martes, marzo 31

Me huele a café! (para mi abuela)

Me huele a café, a tortillas recién palmeadas
me huele a su abrazo y;
cuando en dos días he olvidado llamarla,
a sus reproches,

Tiene cabellos plateados,
acostumbrada a que su voluntad se haga,
piel delicada,
las manos,
recuerdan el paso de los años.

Sus dedos, deslizándose suavemente
forman una cruz en mi frente,
es su bendición, señal del gran amor

Cuánto se enoja!
cuando digo algo estúpidamente diferente a lo cree,
cuando entre sonrisas le menciono
que en mi piel quedará escrito su nombre

Como la extraño!
una botella me recuerda que pronto estaré con ella
que brindaremos, y en un abrazo;
chocaremos nuestros caballitos rebosantes,
por los consejos, por las nuevas oportunidades.
.
mmm Me huele a café!
al suave aroma de su cariño,
que hoy está lejos,
porque el amor que le tengo.


lunes, marzo 30

COvid 2

Es ocasión de acortar trecho,
y las fronteras que se cerraron
 se abren virtualmente al tomarnos la mano,
de lejos una canción abraza al vecino,
da ánimo al hermano
y de mil formas se dice gracias

A algunos se le incrementa el odio,
en su frustración buscan culpables,
recogen sus riquezas
sin importar que todos muramos.

Mueren padres, hijos, amigos
y la fauna empieza a caminar por los pasillos

No se habla mucho del llanto de los quedan,
del temor de masa,
del dolor de la madre,
que no puede besar ni decir adiós a sus hijos

El mundo entero está en duelo
y mientras en la soledad de las habitaciones se llora,
las calles guardan su misterio.

¿Despertar? 25/3/2020

Creíamos en un mejor mañana, en empuñar las espadas
en montar los caballos y avanzar,
y avanzar hacia la batalla
sabíamos que éramos menos,
que en la lucha nos herirían,
que incluso tal vez alguno moriría
pero avanzamos;
con el escudo al frente y lanza firme,
sin temer al mañana.

Díganme!
¿Cuándo dejamos de soñar, de sentir, de pelear?
¿En qué momento cambiamos y quisimos ser normales?
¿Será que en verdad cambiaron nuestros ideales?,
qué nos convertimos en ramas que simplemente lleva el viento

Respóndanme!
Que por dentro empieza a arder el fuego,
que mis pies claman por volver al ruedo
y mis manos manejar el mangual.

Respóndanme!
Que mi ojos empiezan a despertar.
Pero temo a lo que pueda pasar. 

mangual

18 años 25/3/2020

Era de noche, no recuerdo si hacía frío
o si habían estrellas,
si el cielo era negro o azul
si caía la niebla o se divisaba a lo lejos la luna.

Deseaba tanto; en medio del llanto, dormir,
retirar el corazón desgarrado y guardarlo

dieciocho años han pasado,
desde que en tu pecho me acurrucaste por primera vez,
dieciocho años de caminar a mi lado,
paso por paso.
De cuidarnos la espalda
de juntar los vidrios quebrados
y secar las lágrimas derramadas.

Muchos no saben, muchos no entienden,
sus ojos aunque ven, han sido cegados;
y a lo que llaman soledad,
es la perfecta oportunidad de compartir
con quien te quiere de verdad

Algunos nunca estamos solos
la deidad no has regalado
lo que llamamos una falsa soledad.

jueves, marzo 26

ellos

Caminan conmigo,
sueñan junto a mi
3 personalidades distintas
3 pensamientos que como el agua fluyen
y chocan entre sí

Cada acción afecta a los otros
cada palabra repercute en todos
nos vemos, nos escuchamos.
nadie nos ve, nadie nos escucha

Sonreímos y nos alegramos
cuando alguno ríe,
nos tomamos de la mano
cuando ella llora y nos abrazamos

Nos enojamos, cuando él se enoja
y cuando enciende su ira
tratamos de calmarlo,
pero si se suelta, todos;
de una u otra manera atacamos

yo, yo he ido aprendiendo  a través de ellos
que no todos es intelecto
que la paz se va adquiriendo;
con liberar un poco la mente
en el paso del tiempo.

Lo conozco

Conozco sus demonios
lo que esconde su cara
y sus palabras

Ha deseado y
ha hecho lo que se le venga en gana
en la oscuridad se escurre
y con sutileza daña,
te marca

No te duermas, no cierres tus ojos
y si él anda cerca; no respires
que no sepa que estás despierta

Se oculta bajo su nombre
se esconde el manto de lo sagrado

Observa callado;  por las ventanas,
saboreando su presa, para luego
sin tocarla comérsela. 


AL FINAL ME VENDÍ

Te pregunté ¿qué me vendes?
Te reclamé por tus engaños, por tus manipulaciones
Muy dignos te dijimos; qué ya más no te creeríamos
y sin darnos cuenta; a ti, nos vendimos.

Cambiamos nuestros sueños
por alguna aprobación, que jamás llegó
Olvidamos gritar la verdad;
a cambio, el silencio, obligados a callar;
sí en nuevas praderas queríamos acampar.

Vendimos la dignidad,
por un techo y algunas migajas de pan

Ante ti, Bajé la guardia,
dejé que tus golpes fueran directos,
esperando alguna muestra de afecto,
algún cariño, que no dependiera de mi comportamiento
sino que viniera de tus adentros.

Extraviamos la fuerza
y el ímpetu de seguir avanzando.

¿Cómo le explicamos al pasado?
qué por temor, qué por amor; nos perdimos
qué de nosotros quedan pedazos
que ahí vamos armando; pero,
es difícil recuperar lo abandonado.

martes, marzo 3

giro

hojas y hojas cargadas de recuerdos,
tantos años, tantos sueños,
mientras las lágrimas manchan mis paginas,
gota a gota se va llenando la copa.

¿con qué sueñas ahora?
Ya nada importa, el sol se ha ocultado, solo seguimos como muertos caminando
los pensamientos se han convertido en llamas que arden por dentro.

¿Hacia dónde sopla el viento?
que más da; cuando te perdiste en el desierto
la brújula se ha desorientado
estás deshidratado y el calor te ha noqueado.

En un momento
La luna a cambiado,
se ha convertido en una enorme y hermosa esfera plateada
que ilumina el andar,
una vos tenue se empieza a elevar
y aún en el desierto una gota marca que empieza a llover.

El corazón; lento, vuelve a latir
y se escucha pum pum,
la ideas se revuelven en el cerebro
e inicia a cambiar el pensamiento.

las rodillas siguen temblado,
los pies aún débiles, paso a paso
se entierran con más firmeza
en la arena y una esperanza toma fuerza.




Ella

Sonrisa que inspira, mirada que desnuda, palabras que despiertan pasiones ocultas
ojos soñadores y labios tentadores, quietud en medio de tanta turbulencia
mujer sobria y coqueta que me desvela y mueve mi mundo al igual que la tierra tiembla.

esperando

Me levanto, voy, vengo, duermo, 
algún día me iré, cuando no lo sé 
Quizás cuando el sol no amanezca más 
o cuando el mar destruya el malecón e inunde la ciudad.
Diré adiós pensando en nunca regresar
Seguro extrañaré estas cuatro paredes 
y el rincón que muchas noches me vio llorar
Las sonrisas y huellas en el cielo; 
qué tanto me hacen desvariar.
Me iré por mi voluntad 
cuando la luna no brille más , 
tan solo mi sombra quedará c
omo un recuerdo difícil de disipar
Me iré, no sé cuando será, 
Quizás mañana cuando el reloj no aguante más.

QUEDA EL RECUERDO

Anoche me visitaste como una estrella fugaz, 
que al final solo deja su estela, 
y ese anhelo de poder verla de nuevo pasar 
me queda el recuerdo del suave sabor de tu piel, 
y ese deseo; que se perpetua a lo largo del tiempo, de volverte a ver.