Busco un ancla
que se entierre en lo profundo de la arena,
que no se deje amedrentar por las olas,
y que la sal no la corroa.
Mi barco navega por aguas turbulentas
y enfrenta grandes tormentas.
Necesito un ancla que me sostenga,
que me de un respiro,
mas no la encuentro por ningún camino.
Que diera yo porque ella volviera,
por volver a encontrar ese lugar
donde no importa cuanto se mueva la tierra,
mi fuerza esté escrita en piedra.
Navego sin alma, voy a la deriva,
que diera yo porque aquí estuvieras
28-10-2019
A MSP
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