sábado, febrero 1

Hay una tristeza

Hay una tristeza, que no viene de alguna angustia, ni de un mal recuerdo, que no se asemeja a la del fracaso cotidiano. Hablo de aquella que te carcome los huesos, que literalmente estruja el corazón; hasta secarlo, que te lleva a arrastrarte como un animal moribundo; dejado a su suerte. Esa, que hace que duela respirar, que cada bocanada de aire se convierta en miles de agujas que te picotean por dentro, hablo de la tristeza que atrofia los músculos, mientras no para tu clamor a Dios, la que hiede a muerte, la que viene con la traición  o con la pérdida de un gran amor.

31-1-2020

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