domingo, mayo 7

Me marcho

Entre copas y flores se va perdiendo lo último de mí.

Las arenas me atraparon y el sol cegó mis parpados.

La copa cae derramándo el vino de la libertad, mientras mi mundo se pierde en el sonido del mar.

La oscuridad camina como la sombra enemiga de la que no me puedo alejar. Mi cuerpo suda avisándome que es hora de partir, el rió seco esta y la luz no existe mas.

Al ritmo de otro trago mi mente se va perdiendo en un mundo sin riesgo.

Soñando con algo eterno una daga atraviesa mi espalda y se asienta en mi corazón, una vez más la traición sangre hace derramar, miro su rostro y sin creer cierro mis ojos, la mano va al pecho y llena de sangre trata de evitar lo inevitable.

Muero por la espada que un día me salvo, muero por la mano de alguien que por mí no murió.

Me marcho obligada a olvidarme, me marcho con un cigarro, un tequila y una mochila.

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