Después de una terrible tormenta, el cielo se ha pintado de azul con pequeñas manchas grises.
Las cuales al mismo tiempo que reflejan, ocultan la luz de la luna.
Se ha adornado con dos pequeñas Fuentes, que iluminan el lago donde mueren los inocentes,
En medio de ellas un resplandor dibuja tu rostro y señala la noche,
Que aun sin estrellas es perfecta, Porque te veo en ella.
Por una pequeña hendija por donde la luna brilla, sé que Dios me mira
Y le he pedido que seas mi compañía, que me permita oír tu voz al despertarme,
Ver tu rostro entre mis sabanas al acostarme, mientras acaricio tu piel el resto de la tarde.
Pero también le he dicho…
Que si tu no eres feliz a mi lado, Que si mi presencia es una tortura,
Te permita buscar tu felicidad, aunque yo muera de soledad,
Porque en medio de mi agonía sentiré que estoy viva
Si sé que tu vida no esta vacía, que en medio de tus mejillas se marca una sonrisa
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