Quien soy, si como un fantasma no tengo reflejo.
Me busco en cada rincón y no me encuentro.
Hacia donde caminamos, hacia donde nos lleva el viento.
Las balas han penetrado mi cuerpo, emano sangre; llenando mis dedos de ese rojo interminable.
Hasta aquí llegué, aquí dejo de seguir. Te suplico, mátame entres tus brazos, que cerca de tu rostro; sintiendo por última vez el aroma de tu piel es como quiero morir.
Clava la daga en el fondo de mi ser.
HAZLO, MÁTAME YA.
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