Mientras limpio esta vieja hoja mi mente empieza a caminar por el rumbo del pasado.
El humo entra hasta mis sentidos, las luces se desvanecen, encandilando el reflejo de alguien perdido en el tiempo.
Mientras se mezcla en la sangre, la tenue luz ciega mis ojos y se enreda entras las voces que torturan el alma.
Rostros enrarecidos, recuerdos vanos, puñales en mis oídos, todo se confunde entre el deseo de morir, el humo del cigarro y las cenizas del tabaco
Sin poder controlar mis sentidos a la aceleración de mi respiración camino por el puente.
Las voces me persiguen, mi corazón se derrite en el recuerdo del presente, mis piernas empiezan a temblar.
Aun asi con el cigarro en la mano y mis ojos cegados siento al cielo oscuro y quebrado.
Mis oídos oyen sangre, miro hacia arriba, me inclino hacia delante y dijo ADIOS.
Caigo… al frente de muchos que no ven mas allá de lo que entienden yace mi cuerpo sacrificado por la supervivencia del alma que se va envolviendo entre la última ceniza de mi último compañero.
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