lunes, octubre 12

Desempolvando aquella cigarrera

Desempolvando aquella hermosa y vieja cigarrera, saludo a aquel amigo del pasado, camino hacía ese café oscuro y estrecho; como hace algún tiempo ordeno - un capuchino por favor. Huelo el aroma a tabaco guardado de aquellos cigarrillos, espero unos instantes antes de encenderlo.

¿Para qué he vuelto? quizás en medio de mi desconocimiento busco algún recuerdo, algún consejo, el humo se va convirtiendo en siluetas que adormecen me adormecen, mi cabeza descansa en la pared, mientras trato de descifrar a dónde se fueron los sueños, dónde quedaron el poder y el deseo, a dónde están los juramentos.

Hoy no hay suplicas para el cielo, no tengo a quien amar, reino que gobernar, ni plebellos para matar, no hay excitación al beber de una copa ensangrentada. Solo quedamos el tabaco y yo.

Alguien me dijo que era normal, que era más drama que realidad, entonces ¿por qué hoy, al igual que hace unos años del puente deseo saltar?

26-02-09

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