lunes, octubre 12

en un taza de café

En medio de una taza de café es necesario confesarte mi locura;
¿Cómo explicarte? que aún cuando el vino de su cuerpo me envenena, yo lo quiero, ¿Cómo decirte? que la daga que atraviesa su cuerpo y genera las gotas que manchan su espalda; mientras exhala un grito de placer; es la misma daga que me ha enseñado a amar.

¿Cómo saber lo que debo hacer?

Sólo sé; que por respeto y dignidad; por más que duela; mientras su pasado sea su presente, como las aves debo emigrar, esperando para el próximo otoño; con mejor suerte regresar.


1-11-07

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