Te miro a los ojos tratando de explicar el ¿por qué de mi enojo, de mi desazón?. Mas tu mirada triste cubierta por esos cabellos lacios, largos y alborotados me invita a flaquear, a rendirme ante el reflejo del pasado, ante el recuerdo del pasado, en ese instante el silencio se vuelve nuestro compañero, por algunos minutos y al final su música es silenciada por tu voz; que intenta expresar lo que hay en tu mirada, mas solo alcanzo a escuchar palabras vacías, por lo que con gran pesar debo seguir diciéndote la verdad, mi verdad; nuestra verdad.
12-1-09
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